lunes, 26 de noviembre de 2012

Ay Mamie...




La hija por antonomasia. Hay que ver cómo me gusta a mí esta chica. Mamie Gummer, la retoña cuasitreintañera de Meryl Streep, (endevé, cómo se parecen, me dirás tú a mí que no son clavaícas) parece que también ha heredado su talento. 



La primera vez que recuerdo haberla visto en pantalla fue haciendo de  Nancy Crozier, la abogada aparentemente mosquita muerta de The Good Wife, aquella que iba de buenecita, de naïve, de yo no he roto un plato señoría, soy más de pueblo que las amapolas que recogía Alfredo Landa, pero a la hora de la verdad tenía un piquito de oro que déjala tú sola. Miedito. Pensé que era un gran personaje, pero detrás de un gran personaje, o personaja en este caso, suele haber siempre una gran intérprete. Viceversa no.


Señoría soy de Wijconsin o similar

Luego llegó Off the map, esa serie de médicos que comenzaba con "En algún lugar de Sudamérica" que probablemente ganaría el premio a la serie con mayor número de inconsistencias geográficas si existiera, y que te cascaba lo mismo un episodio con señoras andinas pariendo colgadas de una sábana, que otro con nazis refugiados a lo brasileño que ahora eran afables abueletes, plantaciones colombianas de cocaína dirigidas por gente superagradable o cualquier otra gilipollez perentoria que se les ocurriera. Sólo faltaba la anaconda de Félix Rodríguez de la Fuente por ahí. Lo único que salvaba la serie era el personaje de Mina Minard. Ya el nombre era de "o lo tomas o lo dejas" (bueno, Mina Minard y el peazo negro que era una maravilla, pero ésto es más cosa mía, lo reconozco) y sus escenas con el pollo Dinner, o sus borderías reactivas, o sus culpas internas, a mí me llegaban. Ahí fue donde me puse a investigar y di con que era la hijísima. Y todo cobró sentido. Hubiera seguido viendo Off the map sólo por ella, pero la cancelaron. Alguien debió de sentir vergüenza, espero.




En algún lugar existirá un guionista yanki que sepa de geografía.

Debe de haber algún productor que pensó que esta mujer merecía su propio chou, y se lo han hecho. Iba a decir "a medida" pero no, no es a medida, ella podría hacer cosas mucho más interesantes, con muchos más matices, pero lo que demuestra siempre es que saca el máximo a cualquier personaje que interprete. En Emily Owens, M.D. hace de médica novata, tímida, apocada, buena gente, con inseguridades variadas y reminiscencias a lo Degrassi, con un elenco típico de High School que consta de: chico inaccesible por el que se le caen las braguis, compañera guapa y chunga, compañera menos guapa pero super maja y tío que es pa ella pero ella no lo sabe todavía. Para idear el look de su personaje contrataron al asesor de imagen del primer Enrique Iglesias, esas mangas largas que dicen "por favor abrázame, soy Tristón y sólo quiero un amiguito"



Si esto no es fálico, baje dios y lo vea.



Por lo demás es una serie de médicos bastante visible, con sus momentos lacrimógenos y sus momentos sensibleros, pa qué te digo yo que no si sí, pero que yo sigo viendo y disfrutando. Será porque soy una chica? Puede ser. No todo va a ser Charlie Sheen y Ron Perlman. De todas formas, Mamie hija, entertain us, que lo haces mu buenamente, hermosa.







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